Historias de bicis #2

Esta mañana he salido con la bici, al igual que todas las mañanas que puedo, esto no es una opción, los días que puedo salgo, por regla general no puedo o hay cosas que hacer, siempre hay cosas que hacer y por eso, la oportunidad la pinta calva,  (el origen de esta expresión viene de la mitología grecorromana, que representaban a la diosa Ocasión, calva, tan solo con un mechón de pelo en la frente, por eso cuando pasaba por delante, ya no se la podía agarrar, en consecuencia cuando se nos presenta la ocasión no se le puede dejar escapar)

He salido con la bici, pero más tarde, como suele pasar, te vas liando, y he visto muy pocos ciclistas, la peña madruga para eso, por el calor, yo también madrugo, me levanto pronto, pero empiezas a dar vueltas y vueltas, a veces haces cosas que son necesarias, y otras no haces nada, más que eso dar vueltas, a lo que iba que he salido tarde.

Hoy me ha pasado algo curioso, que me ha llamado la atención,  últimamente por mis enfermedades y por otros motivos de toda índole, he salido poco, que he cogido poco la bici, y estoy flojo, vamos, que me adelantan casi todos los ciclistas, vamos a dejarlo en casi, sin embargo, hoy he adelantado yo a todos, no me ha adelantado nadie, también es cierto que solo he adelantado a cuatro o cinco ciclistas que casi no había, pero no sería por el calor, hacía el mismo calor  al resto de los días, bien es cierto que  era un poco más tarde, pero que yo a las once estaba de vuelta.

El hecho de haber pocos ciclistas, quiero imaginar que será debido al calor y a la hora tan intempestiva, por el sol, pero que no era  tarde, no sé me ocurre otro hecho determinarte para tal suceso. Cuando venía con la bici, ya cerca de mi casa lo iba pensando, seguro que ahora me adelanta algún ciclista y no puedo escribir esto que estoy escribiendo, lo cierto que no ha ocurrido y por eso lo escribo, cosas de la vida.

¿Y lo de no haber ciclistas? Lo dejo ahí en el aire para cuando se me ocurra algo…Lo he dejado aparcado unos días y no he llegado a ninguna conclusión, simplemente que ese día en concreto por causas que desconozco, había menos ciclistas y todos estaban más flojos que yo, jajaja…

Hoy, he vuelto a salir a los varios días, y había más ciclistas y claro me han adelantado muchos, ya voy yo también adelantando a algunos,  qué no se diga, sigo flojo, la forma la pierdes en unos días y tardas tiempo en cogerla, aunque para mí, eso de recuperar la forma no es lo importante, lo importante es salir con la bici, tener esa sensación, de pedalear contra el viento, contra la carretera, contra uno mismo, sentir la velocidad, la sensación de hacer fuerza para avanzar, la concentración en la bici, el rozamiento de la carretera, es un mar de sensaciones, y cuando salgo de madrugada, ver amanecer, ese frescor, mezclado con humedad. Qué soy feliz cuando salgo con la bici y que le vamos a hacer, así es la vida y no la he inventado yo…

Otro tópico muy frecuente entre los que no son ciclistas, en la bici, en verano hace calor, qué sí, pero con la velocidad, el viento aumenta en esa proporción y te va dando y te va secando el sudor, cuando hace calor es cuando te paras, en marcha pasas calor, pero se puede vivir. Qué en verano se puede coger la bici, no en las horas de más sol, digo cuando está alto, que calienta, que abrasa, que quema.

La vida no se ha hecho para los flojos, tenemos que hacer ganas de salir con la bici, aunque no las tengamos, madrugar en verano, que es cuando estás a gusto en la cama, son cinco minutos y luego te alegras, en condiciones de calor, de frio, de viento, de los que sea, el cuerpo te lo agradece, la mente se reconforta y la vida te sonríe.

2 respuestas a “Historias de bicis #2

  1. Buenas amigo Goyo; dice otro amigo mío que de los cobardes nunca se ha escrito nada…..y yo te tengo que decir que eres un valiente, y el que quiera que te siga. Tú eres (lo que yo creo) una persona metódica, constante y de principios. A mi el relato que has hecho me ha dado ánimo para -por ejemplo- salir mañana un rato con la de montaña. Y es verdad que esa sensación de la mañana y de andar en bici, te despeja y te libera. Un abrazo y a continuar enseñandonos «cosillas» donde encontrar momentos para disfrutar.

Los comentarios están cerrados.

Blog de WordPress.com.

Subir ↑