Propósitos

Año nuevo vida nueva, eso es lo que se dice, y nos lo tomamos como  una certeza, que nos condiciona, en este caso, para bien a la hora de tomar decisiones, de proponernos metas o propósitos de año nuevo, como los de siempre: hacer más deporte, ser más humilde, comprensivo … en definitiva ser mejor persona. Ese siempre es mi propósito final y creo que único.

No están mal, esos propósitos de año nuevo. Nacemos al nuevo año con una mayor energía o por lo menos, con una renovada fuerza para emprender cualquier actividad que nos propongamos, por eso es el momento de empezar con esos propósitos, marcarnos esas metas que queremos conseguir. Por ser año nuevo creo que con un menor esfuerzo por el día en el que nos encontramos. Por eso pienso que es el día idóneo para empezar. Los humanos estamos hechos a nosotros mismos de hábitos, somos nuestros hábitos y nos condiciona en nuestro quehacer diario, nos cuesta dejarlos y comenzar unos nuevos.

 Por ejemplo, esto es solo para mí: “Cuando tengo tiempo de salir con la bici salgo, no me planteo la posibilidad de  no salir», si no es por un motivo distinto al tiempo, estado de salud o cosas por el estilo, la mayoría de los días, ni me lo planteo, si hace frío, llueve o viento. También depende, que tonto no soy, si está lloviendo a mares, pues no salgo, normal, que la cabeza también está para pensar. Lo digo por lo de los hábitos, este es un habito propósito que lo tengo interiorizado, no tengo que pensarlo, lo hago y punto, no me lo planteo. Cuando amanece un día malo de bicicleta, me cuesta mucho no salir.

En fin, creo que debemos intentar modificar nuestros hábitos en la medida que no nos sintamos contentos con ellos. Pueden ser hábitos no saludables pero si nos gustan y los aceptamos, a seguir. Los interesantes son los que no nos sentimos a gusto con ellos, que nos crean un mal estar y queremos no tenerlos, pero que siguen ahí torturándonos. Esos son los malos, los que somos conscientes que los tenemos, lo sabemos y no podemos abandonar.

Debemos ser constantes con ellos, digo los propósitos, en el sentido de no dejarlos, seguir y seguir hasta que los hayamos interiorizado y aunque al principio nos cueste y lo hagamos como una obligación con el paso del tiempo dejarán de costarnos y  se convertirán en un hábito.

Con las comidas saludables no pasa cosa parecida, nos apetecen más, alimentos dulces y poco saludables, que frutas y verduras. Nos son más fáciles de comer, no hay que pelarlos, los tenemos más a mano y nos producen más placer al comerlos. Pero tenemos que acostumbrarnos, que ese placer momentáneo, es eso momentáneo, y comer sano nos produce un placer más duradero, nuestro cuerpo lo agradecerá, nuestra mente nos hará sentirnos mejor, afrontar esos pequeños retos también nos hace sentirnos bien con nosotros mismos, y saber que podemos conseguirlos. Esos que en la mayoría de veces abandonamos por desidia, olvido o vete tú a saber.

En ocasiones, estaba leyendo un libro, siempre es por algún interés, porque me hayan hablado bien, por el autor… y cuando pasa un tiempo y me vuelve a llegar información de este libro por otro canal, lo había dejado de leer, sin saber el porqué, que cosas que nos pasan, nos despistamos por otra información o acontecimiento nimio que nos sucede y con los propósitos hábitos nos pasa cosa parecido, empezamos con mucho interés y voluntad y sin darnos cuenta los abandonamos, sin saber. En verdad digo, que con el tiempo tenemos que ser más conscientes de nuestra vida, tenemos una facilidad mayor al despiste y abandonar cosas que nos habíamos propuesto. Seguir en el camino, y como se dice en el yoga: “el camino es la meta”.

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