Es un eslogan, un lema que ha surgido en la Prisión de Málaga por parte de una serie de Funcionarios, ante la inactividad de la Administración y la pasividad de los sindicatos. Un movimiento espontáneo de rabia y descontento hacia como nos trata la Administración y como somos invisibles ante la sociedad. Los Funcionarios de Prisiones somos invisibles y lo repito, la Guardia Civil y la Policía se lleva los aplausos y el reconocimiento que se lo merecerán y nosotros nos llevamos a los cacos, ellos los detienen y eso queda muy bonito pero quién los tiene que custodiar durante muchos años somos nosotros los Funcionarios de Prisiones.
Hemos perdido el miedo a que nos vean, antes no éramos, lo repito éramos invisibles, no nos miraban, no nos querían, no nos dejábamos ver, nos daba como vergüenza y eso ya se ha acabado, ahora nos sentimos orgullosos de lo que somos y lo gritamos en todos los sitios, nos estamos haciendo visibles y vamos a donde se nos pueda ver. Llamamos a todas las puertas, de políticos y medios de comunicación para que sepan que existimos y que merecemos mucho más de lo que hasta ahora teníamos, éramos un colectivo olvidado y poco o nada reivindicativo, eso va a cambiar.
Este movimiento nos ha servido para dejarnos las vergüenzas en casa ¡¡¡ya está bien¡¡¡ Ahora nos toca a nosotros, esto solo es el principio y lo que ha surgido espontáneamente, se ha consolidado en muchas Prisiones de España y nos sentimos muy identificados con el movimiento, hemos estado totalmente abandonados, esa es la realidad, le pese a quién le pese, no existíamos, nos merecíamos lo que nos pasaba y hasta como dijo nuestro Director General, el Señor Yuste, por llamarlo de alguna forma, porque ha sido una persona muy negativa para la Institución, no solamente no se preocupo, que ya es grave, sino que nos echó tierra encima, ha venido a decir que si nos insultaban los presos, que si nos agredían, eso formaba parte de nuestro trabajo, lo llevábamos en el sueldo, no me lo puedo creer, menudo impresentable, pues ese sujeto era; él que nos tenía que defender, así nos ha ido y lo que hemos pasado, lo teníamos que aguantar todo, era como que nos lo merecíamos, no hacíamos nada por cambiar la situación, algo de culpa tendríamos en esto, en fin, los tiempos cambian y hasta aquí hemos llegado.
Este es el fin de ese camino de oscurantismo y ahora tenemos que empezar otro, donde se nos vea y se nos tenga en cuenta a la hora de afrontar la nueva la realidad penitenciaria, porque nosotros hacemos prisión y somos prisión.
La prisiones era ese territorio olvidado, donde metes y tiras la llave de sus puertas, de esas personas que han dañado a la sociedad, a los que no quieres ver, porque te molestan, son feos y dañinos, pues ahí estamos los Funcionarios de Prisiones, trabajando con esas personas, que son personas, con sus familias, sus penas, sus miedos y sus sufrimientos e intentamos hacerles la vida mas llevadera, los humanizamos y en ese olvido también estamos nosotros…sí, los Funcionario de Prisiones metidos en el saco del olvido, es mejor mirar a otro lado y pensar que no existimos, pero esto está cambiando, vamos a gritar y a dejarnos ver.
Que la sociedad sepa lo que hacemos, cual es nuestro trabajo, que somos Funcionarios de Prisiones y que se nos ha terminado el miedo a salir en la tele, a ser noticia, a vestir el uniforme. Hace unos años era impensable ver un uniforme de Funcionario por la calle, la mayoría vamos de paisano y nos cambiamos en el talego, si en la cárcel. En las puertas de los Centros los Compañeros con sus uniformes, me he sentido orgulloso…si orgullo y dignidad para este colectivo.
La cárcel tiene su argot y te prisionizas y te vas pareciendo cada vez más a ellos, pasamos muchas horas con los presos y todo se pega, esa realidad es en la que nos movemos a diario, con lo que la sociedad ha desechado, con lo que no quiere ver, ahí estamos nosotros dando la cara.
No quiero valorar su repercusión sindical, asindical o antisindical, solo lo enfoco como un movimiento de abandono y olvido por parte de la Administración y de la sociedad en general. Y como no, una reivindicación de nuestro trabajo en todos los ámbitos ¡¡¡¡Ya está bien¡¡¡¡ Qué se nos vea, qué estamos aquí…y termino: “TU ABANDONO ME PUEDE MATAR”