Ser diferente, es ser distinto a la mayoría, queremos ser iguales, no nos gustan los que no son como nosotros, los miramos mal, no nos sentimos bien con ellos, nos metemos con ellos, solo queremos a iguales, no pertenecen a nuestra tribu, son más feos, son rarillos…
Ser pelirroja, ser gordo, ser feo, ser negro, amarillo o azul, tener una sexualidad diferente, llevar gafas, tener las orejas de Dumbo, ser alto, ser bajo, ser muy delgado, tener los pies grandes, ser bueno, ser malo… queremos ser normales, nos sentimos bien en la mediocridad, en la normalidad, lo diferente nos asusta…
Que nos pasa a los humanos con los iguales a nosotros, pero diferentes por su piel, o por lo que sea, tenemos brazos, piernas, nariz, ojos… tenemos padres madres, hijos…sufrimos, amamos, lloramos, nos ilusionamos, nos enfadamos, somos iguales, por qué tanta maldad, indiferencia y odio, al diferente. Nosotros podíamos ser ellos, o nuestros hijos, padres o hermanos, entonces pensaríamos diferente, si fuéramos nosotros, ya no daría igual, darnos cuentas que todos y digo todos somos iguales y queremos lo mismo ser felices y que nuestras personas queridas lo sean también.
¿Por qué nos comportamos tan extrañamente y sentimos recelos hacia los diferentes? Tenemos miedo que nos vayan a quitar, nuestros pequeños privilegios, como si eso importara, como si algo importara, con lo bien que sienta ayudar a la gente que lo necesita, tender una mano amiga, responder con una sonrisa, facilitar algún trámite, indicar alguna calle, ayudar es un privilegio, le tendríamos que dar las gracias nosotros, esa ayuda que estás brindando, te la estás dando a ti mismo, tender puentes de entendimiento, ser cortes, educado, intentar hacerlo bien, ser consciente de tu limitaciones, y a pesar, intentarlo, cuesta poco, y te ayuda a ser mejor persona y a sentirte bien. Gracias.
Qué me dices de los inmigrantes, que lo dejan todo, su vida, sus familias, su casa, se juegan la vida, sus dineros, se hipotecan por una vida y alguna otra, y nosotros los echamos, nos molestan, están sucios y crean delincuencia. Los marginamos en guetos, en poblados chabolistas, le exprimimos, los aniquilamos, queremos que se comporten como nosotros, que tengan nuestras costumbres, que sean buenos y coman perdices.
Qué mundo tan desigual, que mal repartido está, y claro no interesa que este mejor, si podemos ir a sacarles sus minerales y metales preciosos, entonces sí nos interesan, y si tienen petróleo, mejor que mejor, esos si son buenos y educados. Los muertos de hambre sí nos molestan. Y si fuéramos nosotros…
Y lo refugiados, y los que huyen de las guerras, y los lisiados, mutilados, enfermos mentales y demás personas locas, ¿qué hacemos con ellos? Los escondemos, para no verlos, les ayudamos solo de boquilla y por el qué dirán y luego el olvido será su destino, nos daremos golpes en el pecho, para luego no hacer nada, dejarlos morir por inacción.
Esto es solo una reflexión y por supuesto que me incluyo, siempre podemos hacer algo más, hablar y hablar es muy fácil y cuesta poco, son los actos y acciones las que se quedan en intenciones, de palabra todos somos muy buenos, en fin, que tenemos que esforzarnos y hacer un poco más…
Goyo Galache 
Buenas Goyo, a ver, hasta donde yo sé, la migración es un fenómeno que se tiñe de tintes sociales, políticos y económicos. Esto viene ocurriendo desde el principio de los tiempos del ser humano, que busca cubrir sus necesidades fisiológicas para encontrar la felicidad. Otra cosa es el cómo llegan a nuestro país, endeudados por las mafias que los traen, y además con una mano delante y otra detrás . Pero hemos de ser conscientes que aparte de la entrada ilegal, es imposible atender las necesidades que demandan, o mejor dicho……que este país no puede afrontar todo ese peso, aunque se llame oportunidad o problema.
Manolo, no estoy hablando de políticas migratorias, solo de pensar que podíamos ser nosotros, los que vamos en esas pateras. Y de tender una mano amiga a las minorías, solo es una reflexión personal.