La noticia me ha dejado perplejo, una buena estudiante de medicina termina su carrera y empieza a ejercer como médico en un Centro de Salud e incluso en un Hospital. En el Centro de salud como pediatra, aprueba el MIR y con el tiempo conoce a un muchacho, médico también, se cambian de Comunidad, sigue ejerciendo y al poco tiempo se casan.
En un momento, se descubre todo, el azar ha hecho que se crucen unos datos, usaba el número de colegiado de otro médico, la muchacha se agobia, se va a un hotel y se atiborra de pastillas, se la encuentran en coma y tras unos días en la UCI, se recupera.
La acusan de intrusismo y de falsificación de documento público.
Como tiene que sentirse después de mas de diez años con esa mentira dentro se su ser, aliviada por ser descubierta y sus amigos y familiares, traicionados.
La mentira supongo se iría creando poco a poco, un examen sin aprobar, asignaturas que se van quedando en el olvido, una mentira engordando y haciéndose más grande. Sus padres, se preguntan, has terminado ya, si me queda poco y al final y sin remedio; si ya he terminado y no era así, pero ella quería terminar lo empezado.
La mentira se la fue comiendo y no había forma de salir de ese túnel de mentiras y de engaños. En un momento cuando falsificó el título sabía que ya no había marcha atrás, solo había huida hacía delante y ese final ya lo sabia ella, la verdad nos hará libre o nos hunde en el pozo de la infamia.