Casualidad, causalidad o sincronicidad

Releyendo a Jung, el gran Carl Gustav Jung, la sincronicidad. Lo que soñamos, o pensamos lo relacionamos con sucesos reales y nos ocurren, como fenómenos o sucesos significativos. Esta definición que acabo de escribir, no sé, ni siquiera si será verdad o mentira. Cuando Jung intenta definir la sincronicidad, lo quiere hacer como un fenómeno empírico y le resulta imposible, claro está, no sigue las reglas de la casualidad, son sucesos acausules, y no están determinados por el espacio y tiempo. Intentare analizarla.

Voy a ilustraros con un ejemplo, que no sé bien, si es sincronicidad o premonición. En el caso que nos ocupa, por ejemplo: sueño con un perro azul, que es improbable o imposible de ver, de hecho, no hay perros azules, o yo no lo conozco y a la mañana siguiente veo a una persona paseando un perro azul. No voy a entrar a valorar si lleva un tinte o el perro, es azul de verdad. Ese suceso, que he soñado no se rige por la causalidad, no hay causa efecto, y no se desarrollan en el espacio tiempo de lo empírico, no tiene explicación razonable, ¿casualidad?

Ahora os voy a contar lo que me sucedió a mí hace unos  días, que por eso he empezado a escribir esto. Iba andando, un trayecto de unos veinte minutos de mi casa, punto A, a otro sitio, punto B, un recorrido que lo hago de vez en cuando, y del punto A al B casi siempre voy por el mismo sitio, otras, sin embargo, puedo variar las calles dependiendo un poco del tiempo y de las ganas de andar que tenga. Durante mi pequeña excursión, he pensado en dos personas, una, hace como un año que no la veía y sí bien es cierto que vive por esa zona, de casualidad  me lo encuentro. Entra dentro de lo probable, y el segundo caso, vuelvo a pensar en la otra persona, que solo la ha visto una vez por ese sitio, hace por lo menos cuatro años y a los cinco minutos me la encuentro también. Esa persona, no vive por ese barrio, desconozco si trabaja por allí, pero creo que no. Es un trabajador errante, perdón comercial o algo parecido.

Pensar en uno y verlo, casualidad o sincronicidad, pero pensar en dos personas y verlos a los cinco minutos a cada uno con un intervalo de unos veinte minutos entre ambos, ¿a mí que me lo expliquen?, no quiero pensar en las probabilidades para que esto ocurra…

Es como que mi inconsciente, ya sabía que los iba a ver, antes de suceder. ¿Si no ha sucedido? El hecho del encuentro ¿Cómo lo sabe? Me refiero a mi inconsciente, el factor tiempo en este caso no es lineal, se anticipa a un hecho o mejor a dos que van a suceder. Solo con el trascurso del tiempo nos podemos mover en el espacio, en el caso que nos ocupa, tendría que andar a través del espacio con el paso del tiempo en la dirección correcta, yo, y cada uno de los sujetos con los que me  encuentro. Con el primero estuve hablando por lo menos diez minutos, eso rompe todas las posibilidades que el segundo fuera causal, ¿Quién sabía el tiempo que iba a estar hablando? Qué me los tenía que encontrar, y  ya está, la vida…

Como ya he mencionado al principio estoy releyendo a Jung, sincronicidad, cuando termine intentaré aclarar un poco más estos hechos. Parecerá raro pero primero me pasa, lo de encontrarme con esas dos personas después de haberlas pensados y a continuación, lo dejo olvidado sabiendo que no eran hechos causales, más bien casuales. Si saber, empiezo a leer a Jung,  de nuevo,  en otra época de mi vida,  había leído todos los libros posibles y mi fascinación siempre ha sido muy grande. Entendiendo todos sus procesos como descubrimientos internos personales, bien es cierto, que vamos pasando por diferentes fases en nuestra vida y vas entendiendo o comprendiendo según experimentas, te pasan.

La sincronicidad de Jung, copio sus propias palabras: “Sincronicidad, elegí esta palabra porque la sucesión simultanea de dos acontecimientos significativos no relacionados casualmente me pareció un criterio esencial. Estoy, por ello, utilizando el concepto general de sincronicidad en el sentido especial de una coincidencia en el tiempo de dos o más sucesos no relacionados casualmente, que tienen el mismo significado o similar, contrastando con el sincronismo que manifiesta simplemente el acontecimiento simultaneo de dos sucesos”.

No sé, si con esta explicación, ha resultado aclarado el tema o lo enreda más, espero que haya aportado algo de luz en este mundo inexplicable. En otro momento seguiré con la exposición, creo que ha quedado un poco confusa, ahora mismo no sé explicarlo mejor. Esta entrada la deje aparcada para exponerla cuando tuviera la mente más lúcida, parece que esto no ha sucedido, el tema sigue igual de complicado.

2 comentarios sobre “Casualidad, causalidad o sincronicidad

  1. Un amigo soñó el padre con el número del Gordo de Navidad. Hace ya 60 años de estos hechos. En Almeria donde residía no estaba a la venta. En una Administración de Granada sí estaba. Se acercó a la estación de autobuses y le pidió el favor al conductor de la línea que comprara 3 decimos. Uno de regalo al conductor por el favor, un segundo donado a sus compañeros los maestros de su Colegio y un tercero para él.
    Llegado el sorteo , el Gordo recayó en el número soñado. Con el dinero de su décimo adquirió una nueva vivienda.
    ¿Casualidad, sincronía o que en la realidad actúan fuerzas que no vemos pero están ahí? Quizás el mundo de los ángeles y del Cielo o algo similar tengan una base real.

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