La rueda

Cuando las cosas no quieren salir, poco o nada podemos hacer, tienen su  propia vida y van a su aire, podemos empeñarnos y  querer tener la paciencia necesaria para intentar doblegar al espíritu que las alimenta, pero no, no podemos luchar contra su propia naturaleza. Saber resignarse cuando llega el momento es una cualidad a tener en cuenta, eso que dicen: una retirada a tiempo es una victoria. Eso me estaba pasando a mí, la batalla, no es que la estuviera perdiendo, es que estaba perdida y no me había enterado, todo sucede hasta que dices; hasta aquí hemos llegado.

     Hay una cita que la repito mucho, de la peli de “Gladiator”. Cuando están las tropas Romanas en la frontera de los pueblos Germánicos, uno de los generales le dice a Gladiator: “Hay que saber cuándo se va a ser conquistado” y Gladiator le contesta: “Tu lo sabrías y yo”. Pues eso, yo había sido conquistado y nada, seguía y seguía. Esto está muy relacionado con la entrada anterior de la paciencia. La paciencia y la perseverancia, están muy bien, pero hay que saber cuándo hay que pasar página.

Esto, viene, a un problemilla con una rueda de la bici, lo que parece algo  sin importancia y de poca enjundia, se ha convertido en algo, que me está atormentado y  mi paciencia  ha llegado a su fin, ahora a buscarle otra salida.

En principio, no iba a contar el incidente, solo lo estaba escribiendo como una prueba hacia mi paciencia, eso que nos va minando y minando, como la gota de agua que cae y cae, y termina en un gran charco o algo más.

La rueda de la bici, es  de una MTB, y ahora son tubeless, quiere decir que no tienen cámara, que llevan por dentro un liquido, que es una goma elástica, que tapa los poros ,que si picho, recubre el pinchazo y podemos seguir en ruta. Lo que parece sencillo, rara vez lo es, la rueda pierde aire y la he llevado a arreglarla varias veces para cambiarle los componentes. Analizado las partes que forman la rueda, para intentar explicarlo, ¿qué puede hacer que la rueda pierda aire?, la llanta, un cubre llanta, que es como una cinta aislante que se pone en la llanta cubriendo los radios para que no pierda por ahí, la cubierta, que tiene que ser especial para tubeless y la válvula, que también tiene que ser especial y he comprado la mejor que vi en Internet, pues nada.

Después de salir en varias ocasiones para probarla, se me desinflaba, a la hora o así, y tenía que parar para hincharla. Al día siguiente, no perdía nada de aire. A la mañana siguiente, al ir a verla, la rueda totalmente deshinchada, de verdad, ha sido como una tortura, y por fin la he llevado a otra tienda de reparación de bicis. Esto me ha llevado un mes por lo menos.

Ahora toca esperar, a ver, si cuando me la den va bien, porque creo que la rueda está viva  y su misión en esta vida, es poner a prueba mi paciencia. De momento, a esperar, cuando me la den, os volveré a contar.

Me acaban de llamar para ir a recoger la rueda, parece ser que está arreglada o por lo menos está hinchada, qué no es poco, ahora veremos a ver si la meigas, cumplen con su misión o me dejan en paz. Ah, la misión de las meigas es minar mi paciencia y hacer que se desinfle. Montada la rueda a en la bici, mañana a comprobar lo bien que ha quedado, entre comillas. No quiero tentar a la suerte.

Esta mañana he subido para ver como estaba, con la incertidumbre de la duda, el no saber, había quedado para dar una vuelta, he ido con media hora de antelación para comprobar su estado y, sorpresa la rueda estaba totalmente hinchada, me ha dado un respiro, no las tenía todas conmigo.

No sabía cómo se iba a comportar en marcha, lo normal es que el líquido, que lleva la rueda que es una goma elástica, en el movimiento se fuera metiendo por los poros de la cubierta y  los taponara, de esta forma la rueda quedaría sellada, pero, a pesar de todo, tenía esa cosa en la cabeza, cuando notaba algo raro, empezaba a pensar, ya se está desinflando. Pero no, todo ha ido bien, la rueda no se ha desinflado y creo, que solo creo que ya está arreglada, de todas formas, le daremos otra salida más, y con eso y un bizcocho hasta mañana a las ocho.

Esta mañana he vuelto a subir, y todo bien, con su aire correspondiente, le daré otra semana y a pasar página.

En la vida nos enfrentamos a situaciones, donde tendremos que tener esa paciencia , que en ocasiones nos falta, lo de la rueda es solo un pequeño ejemplo y, a veces que pronto la perdemos , sí, la vida ya nos manda situaciones extrañas, contra lo que nada podemos hacer, se nos escapa de la manos, el destino nos pone a prueba.

Ha pasado una semana, y un día cualquiera subo para coger la otra bici, la rueda se  había desinflado, ¡no me lo puedo creer¡ ¡Esto qué es¡

Fin, de la rueda y de mi paciencia.

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