Día 26: Ayer mi hermana me mandaba un vídeo de la M-30 de Madrid, como los madrileños emprendían la huida, caravanas de coches parados kilómetros y kilómetros, en teoría se iban a sus segundas viviendas aprovechado la Semana Santa, por favor, que está pasando, hemos perdido el juicio. El mismo que gravaba el vídeo, que por cierto iba en dirección contraria, mencionaba que no se dieran tanta prisa que había dos controles de la policía y que los iban a mandar a su casa, con la correspondiente receta.
Escuchando críticas hacia el gobierno y como ha tratado la crisis del coronavirus, difícil. Los gobiernos no son dados a tomar medidas impopulares, en el caso que nos ocupa, se venía avisando por las autoridades sanitarias y por los organismos internacionales, pero a pesar de tener encima la pandemia, no nos enterábamos y el gobierno que es el que mayor información posee tampoco, no quería oír todos los informes y recomendaciones que le hacían, pensaba que era una simple gripe y que la tormenta pasaría. Este gobierno debía de haberse anticipado en la toma de decisiones, pero ni los propios científicos eran consciente de lo que se avecinaba, siempre hemos ido un poco a remolque, las previsiones eran malas, estamos viendo lo que pasaba en Italia y no nos estábamos enterando.
A pesar de todo, el gobierno tomó esas medidas drásticas que eran necesarias, cuando no le quedó más remedio, cuando la pandemia ya la sentíamos en nuestras carnes y desde ese momento si tomo el control de la situación, con mejor o peor acierto. Estas medidas excepcionales han sido entendidas por una gran mayoría de la población, pero así, ha sido cuando la enfermedad ya había avanzado y empezábamos a ser consientes de lo que se nos venía encima. En general, nos ha sobrepasado a todos, ya parece que se va calmado un poco los contagios, también el cuerpo se nos está haciendo a tanta tragedia. Nos estamos empezando a inmunizar a tanta información.
Día 27: Esta epidemia nos ha pillado en el mejor de los momentos posibles, científico, tecnológico, sanitario, económico, político… somos una sociedad moderna, social, con fuentes de información fiables y nos estamos enterando de todo lo que está pasando al segundo, encima tenemos toda la comida y bebida necesaria para sobrevivir en casa, y podemos ir a comparar lo que deseamos. Estoy hablando en el mejor de los casos que tengamos el dinero para comprar, que una mayoría lo tiene, por tanto, tenemos que luchar contra la pandemia con uñas y dientes, nos estamos enfrentando a ella en condiciones óptimas. Los recursos que disponemos están orientados en encontrar los medicamentos adecuados para su curación y sobre todo la vacuna que no salvará y nos inmunizará. También se está fabricando material sanitario necesario para luchar contra la enfermedad. Todo el mundo aportando su granito de arena para ganar al ese enemigo común, que no es otro que un bicho muy pequeño, qué paradoja.
El dichoso coronavirus y la enfermedad que produce es diez veces más mortal que la gripe, esa es la conclusión que han llegado con los resultados observados y como está evolucionando la epidemia. Al principio nos decían que era menos letal que la gripe común, esto va cambiando. También han comentado que la distancia social recomendable para evitar el contacto era de metro y medio, pero esto se refiere a cuando estamos parados y hablando, bueno quizás dos metros mejor y así nos curamos en salud. Ahora nos dicen que cuando nos crucemos con alguien en movimiento esa distancia social tiene que pasar a cuatro metros, me imagino que será porque el virus sale volando cuando hablamos, o sea, mejor no saludar a nadie, nos vamos a volver unos antipáticos, cuánto daño va a hacer el virus en la relaciones con la demás.
Día 28: Nos vuelven a decir, de nuevo que la distancia necesaria para cuando corremos o montamos en bici es de 10 metros para no contagiarnos del coronavirus. Han hecho experimentos, en simuladores de cómo se distribuye un estornudo y es curioso, es una nube que se desplaza empujada por el viento. Y lo asombroso también es la fuerza con la que salen, esas micropartículas, por lo tanto, parece que no estamos a salvo, que nos quiere amargar la vida.
Leyendo, me he tropezado con la palabra serendipia, cuando estas investigando algo y de forma accidental llegas a un descubrimiento inesperado. Cuando tienes un objetivo y por aza-error llegas a otro, pero este no lo abandonas sigues en ese error, se convierte en el cisne negro, continuar con el error, no creo que sea suerte, desde el momento que sabes que ese error es más valioso que lo que intentabas descubrir. Mucho de los avances científicos se han producido por ese azar-error, y saber que ese descubrimiento era algo importante, lo normal, hubiera sido descartarlo y seguir intentando el objetivo marcado, pero desde el momento que le das la importancia que se debe a ese nuevo descubrimiento has entrado en la palabra serendipia.
Día 29: Llevamos cuatro semanas, estamos en la mitad, en el ecuador de lo que parece que va a durar el confinamiento, por lo menos con lo que sabemos hasta ahora, aunque difícil, creo que no lo sabe nadie, pero de momento tener esa meta o ese día en nuestra mente nos consuela un poco.
No paran de hablar de guerra contra la pandemia, a mí personalmente no me gusta la palabra guerra. Las guerras me resuena más de humano contra humano, persona contra persona, por interés espurios, por odios, por ambiciones, por nacionalismos, racismos y todas las sin razones habidas y por haber.
Me gusta más la palabra batalla por ser esta una batalla global de todos contra el virus y todos contribuimos para intentar derrotar al enemigo común, pero no con bombas si no con jabón y desinfectante.
Miramos por la ventana, tenemos esperanza, vemos amanecer, la ciudad está quieta, ésta primavera será diferente, florecerá más fuerte, esto no es el final, será el principio de algo, algo que nos hará vivir, desear estar vivos para continuar, la felicidad nos espera, cuando muere lo viejo nace lo nuevo.
El sufrimiento es vida, nos hemos olvidado de la muerte, la muerte es vida, nos da miedo, miramos a otra parte, apagamos la tele, mejor no saber.
Esperanza, esperanza, esperanza… un grito de libertad, un sonido de vida, unos aplausos que rompen el silencio y nos abren el corazón para seguir viviendo, y saber que resistiremos, mas y mas , no nos hundiremos, seguiremos nadando y llegaremos a esa isla que nos espera . Resistiré.
la cuarentena me hizo acordar el momento muy duro en mi vida: mi hijo ingresó a la universidad y lo diagnosticaron con cancer. se programó el tratamiento de unos 6 meses y me dijo: voy a perder 6 meses de mi vida!!! (tenia 16, pues). pero el tratamiento duró 18 meses y salimos con éxito. no habia forma de acelerarlo, pero es cuando èl entendió que todo es vida, incluso los tiempos duros siguen siendo parte de èsta. no es que nos quitan este tiempo sino lo suman a nustra vida con valor agregado, demás decir, que luego de pasar por esta experiencia, ni mi hijo, ni yo nunca volvimos a ser mismas personas, pero al menso para mi ahora es más facil sentirme feliz ya que tengo un punto de referencia :). ahora cuando veo los comentarios de padres desesperados que sus hijos estàn perdiendo un semestre acadèmico, solo sonrio: todavia no entienden que todo el planeta esta en una pausa, no existe ningun atraso y nada se pierde, estamos en pausa tratando de salir de un fuerte aprieto. un abrazo!!!
Mi bonito lo que acabas de escribir, lo comparto totalmente, un abrazo y mucha fuerza!!!
De qué país hablas cuando dices: Esta epidemia nos ha pillado en el mejor de los momentos posibles, científico, tecnológico, sanitario, económico, político… somos una sociedad moderna, social, con fuentes de información fiables y nos estamos enterando de todo lo que está pasando al segundo, encima tenemos toda la comida y bebida necesaria para sobrevivir en casa, y podemos ir a comparar lo que deseamos.
En ARGENTINA la situación es dramática porque estamos gobernados por la dictadura kirchnerista y aprovechan la pandemia para destruir las instituciones.
Estoy en España…siento lo de Argentina..
Gracias. Nuestra situación es dramática, no solo por el daño económico que genera el comunismo, sino porque estamos viviendo una peligrosísima dictadura. Los derechos elementales, garantías constitucionales y libertad de expresión no existen. Avisados estaban los periodistas que se negaron a difundir información previa que les suministré sobre antecedentes personales míos con el actual presidente Alberto Fernández, quien en complicidad con el grupo Clarín, y por un reclamo menor en la puerta de Canal 13, mandó que me detuvieran -privándome de libertad por la fuerza- para intentar internarme en un hospital psiquiátrico: el Moyano. Me salvé porque soy abogada, me negué a pasar por la puerta principal -no salía viva- y no me tomaba por sorpresa la complicidad de medios y gobierno K. En ese momento Alberto Fernández, actual Presidente, era Jefe de Gabinete de Néstor Kirchner.
Saludos.
Vaya…como están las cosas por allí!!! Por España sabemos algo de vosotros pero hasta ese punto, es
Perdona se me ha enviado solo, cosas de meigas, son como brujas gallegas, te venía a decir que no sabíamos que estaban las cosas tan mal, espero y deseo q se vayan arreglando la situación y q esos gobiernos corruptos dejen paso a gobiernos sociales q se preocupen por sus ciudadanos . Mucha fuerza.
Sí, no exagero. De hecho, estoy llevando un blog: CUADERNOS DE LA DICTADURA en Blogspot y dejo la poesía y la lectura en un segundo plano.
Cuando esto pase volveré a leer como antes.
Muchas gracias.
A tí..te sigo …
Muchas gracias.