El poder del mito. Joseph Campbell.2ª Parte.

Seguimos contando:

“La mitología tiene mucho que decir sobre los estadios de la vida, las ceremonias de iniciación, cuando uno pasa de la infancia a las edad adulta, de soltero a casado. Todos esos rituales son ritos mitológicos. Tienen que ver con el reconocimiento del nuevo papel que asumes, el proceso de desembarazarse de la vieja personalidad y adoptar la nueva, o acceder a la profesión de responsabilidades”.

Cuando un Juez entra en la Sala de un Tribunal y todos se ponen de pie, no están reverenciando al hombre sino a la toga que está usando y al papel que representa.

Tenemos necesidad de contar historias, que nos haga comprender la vida, necesitamos esa ayuda desde nuestro nacimiento, vida y muerte. Necesitamos que la vida signifique algo, que nos comunique con lo eterno, con ese misterio de la existencia.

El tema central de la mitología clásica, ¿Explicar cuál es la causa secreta del sufrimiento? La muerte, la mortalidad en sí misma, saber que vamos a morir…

En otro pasaje Campbell nos cuenta, que el verdadero significado de la vida es experimentar la propia vida, el hecho tan sencillo de vivirla, de sentirla, de sentirte vivo.

Las mascaras de Dios, las mascaras de un único Dios. Todos los nombres e imágenes de Dios son mascaras. Un mito es también  una máscara de Dios, una metáfora  de lo que yace debajo del mundo visible.

“Toda la vida es dolor” es la primera sentencia de Buda.

Debes decirle sí a la vida, y verla en este sentido, pues seguramente así lo planteo Dios. Aceptar esta realidad, no quiere decir conformarte.  Cuando en la vida te pone en la encrucijada, y no puedes elegir,  se te plantea, por ejemplo: que debes de ir a la guerra y en teoría a matar a otros humanos que no conoces que no te han hecho nada, y que si no lo matas tu, te  van a matar a ti, dilema: “Debo unirme a este ejército, iré a la guerra” “Lo haré lo mejor que pueda” “Participare en esta representación, en esta ópera maravillosa…, salvo por que hace daño y muere gente”.

El héroe es el que participa en la vida con valor y decencia, según el modo de la naturaleza, no según el modo del rencor, la desilusión o la venganza personal.

James Joyce tiene una frase memorable: “La historia es una pesadilla de la que estoy intentando despertar”. Y el modo de despertarse de ella es no tener miedo y reconocer que todo esto, tal como es, es una manifestación horrenda de toda la creación. Los finales de las cosas son siempre dolorosos. Pero  el dolor es parte del hecho de que haya mundo.

Una historia… Un Samurái, un guerrero japonés de honor, tenía el deber de vengar a su señor, cuando acorraló al hombre que había matado a su señor, y estaba a punto de clavarle la espada samurái. El hombre en un gesto de desprecio le escupió a la cara, y el gurrero envaino la espada y se marcho. -¿Por qué? Porque se había enfadado, y hubiera matado a ese hombre con rencor, habría sido un acto personal. Él había venido a hacer otro tipo  de acto, un acto impersonal de venganza.

El samurái debe vengar a su señor, es lo que le exige su juramento de lealtad, no se plantea si matar está bien o mal, simplemente lo hace, es su deber, pero cuando le escupe, entramos en la esfera de lo personal, ya no lo está matando por su deber de venganza, sino por su enfado propio.

“Un ritual es la representación de un mito. Al participar en el ritual, estás participando en un mito”

Un ensayo de Schopenhauer, en el que se pregunta: ¿Cómo es posible que una persona pueda participar de los dolores y  de los peligros del prójimo, que llegue incluso a sacrificar  su vida por el otro sin pensar, de un hecho espontáneo? ¿Cómo es posible que de pronto se disuelva la que consideramos la primera ley de la naturaleza, que es el instinto de conservación?

 En Hawái hay un gran desfiladero entre las montañas y a la gente le gusta ir, para sentir el viento e incluso para suicidarse…hay una barandilla que impide saltar. Un joven que si disponía a volar, saltar, un policía que lo ve e intenta cogerlo en ese mismo instante, ya en el aire los dos se precipitaban al vacío y el segundo policía, logra cogerlos. Por los pelos se salvaron los tres. Ese primer policía habría dado la vida para salvar a un desconocido, todo lo demás de la vida del policía se desvaneció, su familia, sus hijos, todos sus deseos… Después, le preguntan al policía, ¿Por qué lo hizo? ¿Podría haber muerto? Si hubiera dejado saltar a ese joven, no hubiera vivido  un día más de mi vida. ¿Por qué? En esos estados, la aparición de una conciencia metafísica superior, que nos dice que tú y ese otro somos uno, que eres uno de los dos aspectos de la vida. Y dejar morir a ese, de alguna forma es morir. No lo piensas, piensas en algo superior que nos une a todos, independientemente de la persona que sea.

Seguimos…                  

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