Cuando me surge la posibilidad de hacer un curso de Mindfulness, me digo esta es la mía, llevaba tiempo queriendo saber y profundizar más en este tema, encima era un curso de verano de la UNED en mi centro de trabajo, en mi medio y me salía gratis, que también es un hecho a tener en cuenta. La curiosidad por saber cómo es. Lo imparten cuatro Psicólogas de diferentes campos, hay una profesora de universidad, una psicóloga de prisiones y dos psicólogas clínicas. Todas por un motivo u otro han llegado al Mindfulness y les ha cautivado, de hecho, lo practican habitualmente según nos comentan. Un hecho a tener en cuenta, que nos lo están contando porque a ellas le ha funcionado y nos quieren trasmitir su propia experiencia.
Esta palabra que está en ingles significa mente llena o atenta y más concretamente atención plena o consciente y son tantos y tantos los significados, que después del curso sigo sin saber muy bien su verdadero significado, para mí es estar atento, a lo largo del artículo lo iré desvelando, en la medida que sea capaz.
Yo ya llevaba tiempo escuchando la atención plena, estar consciente en el día a día…
Los que venimos del yoga, eso de estar consciente es de las primeras reglas que se nos enseñan, que tenemos que estar en lo que hacemos, si practicamos una asana o postura de yoga tenemos que estar en la postura, en nuestra respiración, en el estiramiento que se produce en nuestro cuerpo, en las sensaciones que esto nos origina…
Cuando solicité el curso, tenía curiosidad por saber cómo iba a ser enfocado y de qué forma teníamos que hacer las prácticas de relajación y meditación, iba un poco a oscuras.
Que puedo decir, el Mindfulness se basa en prácticas de relajación y meditación aplicadas a la psicología occidentalizada. Que son técnicas de enfrentamiento al estrés y de situaciones que nos superan o que no sabemos gestionar, con la práctica de estás, nos encontraremos mejor y seremos capaces de afrontarlas mejor, así en grandes rasgos y sin profundizar mucho.
Durante el cursillo ha habido dos expresiones que se han repetido mucho, mente de mono y piloto automático que están relacionados la primera con nuestros pensamientos y la segunda con nuestra mente. Mente de mono es esa mente que no para de pensar y de pensar y va encadenando un pensamiento con otro, como que va saltando de una rama a otra sin parar. Y piloto automático por ejemplo cuando conducimos que vamos pensando en otras cosas y no estamos pendientes de la conducción, la mente va sola. Esto es lo que tiene que parar, tenemos que ser conscientes de nuestra vida, vivir el presente y estar conectados con nuestra realidad, me viene a la cabeza, que lo comentó una de las profes, la canción de Macaco, nos pasamos todo la vida haciendo planes que no vamos a cumplir, bueno no es exactamente así, como que tenemos un anhelo continuo, una insatisfacción de querer algo que necesitamos algo para ser felices y cuando lo conseguimos, seguimos anhelando otra cosa, no paramos de querer cosas. Esa búsqueda continua de la felicidad sin saber que la tenemos en nosotros, es lo que nos lleva por la calle de la amargura. Por favor para ya y vive… nos preocupamos más de lo que vamos a hacer y no vivimos lo que estamos haciendo, la vida se nos escapa entre las manos. Nuestra mente siempre tiene planes para un futuro, quiere hacer tantas cosas que no somos capaces de vivir la vida, porque la vida está en nuestro presente, no tenemos otra forma de vivir.
Hemos aprendido técnicas de relajación y de meditación que nos ayudarán, eso está muy bien, pero ahora hay que ponerse a practicarlas debemos de sacar tiempo y hacerlas todos lo días, si nos acostumbramos a realizarlas a la misma hora, tengamos ganas o no; si cogemos ese hábito mejor nos irá. Lo que primero nace como una obligación con el tiempo se convertirá en momento único con nosotros mismos.
Desde mi experiencia, meditar nos ayuda en el día a día, a ser más reflexivos a tomarnos la vida con un poco de más tranquilidad, dentro de lo que podamos, eso no quita que nos enfademos y que pillemos cabreos como todo hijo de vecino, si no meditara seguro que me enfadaría mucho más. Por favor empezar a meditar por vosotros y por los que os rodean.
También nos han dado un poco de teoría: que los pensamientos desencadenan emociones y tenemos que ser el observador de nuestros pensamientos, esa falsa identificación de los pensamientos con nosotros y muchas más cosas que están en todos los manuales y yo no voy a entrar, además seguro que me equivoco. Solo os quiero contar mi experiencia con el curso y mis sensaciones durante y al terminarlo.
En nuestra vida diaria, vivimos sin vivir, vivimos distraídos sin ser conscientes, como en el yoga, en el mindfulness la respiración es muy importante, cuando es objeto de atención, solo respiramos en el presente, siempre va con nosotros y ahí la tenemos para concentrarnos en ella, utilizarla, os ayudará a comprenderos mejor a saber relajaros y a observar como os influye en vuestro estado de ánimo.
Por eso es el mejor soporte que tenemos para vivir el presente y conectaros con él.
Otra pata de la mesa, es la relajación, es la mejor forma de sentir nuestro cuerpo y tomar consciencia de él, como paso previo a la meditación, porque a la meditación hay que llegar relajados.
Voy a explicaros un poco la respiración abdominal, que es la que realizan los bebes, cuando inhalamos hinchamos el abdomen y cuando exhalamos lo contraemos, para que sea más sencillo lo hacemos tumbados y nos ponemos una mano en el abdomen y tenemos que notar como se hincha y como se afloja. Al principio debemos de estar muy pendiente de nuestra respiración para realizarla correctamente con el tiempo aprenderemos y respiraremos solos.
Nos explicaron también la relajación progresiva de Jacobson, tras respirar relajadamente, empezamos por contraer y soltar todos los músculos del cuerpo empezamos por la cara y terminamos por los pies.
Y por fin la meditación, para mí la joya de la corona, lo más fácil y complicado a la vez, meditar es respirar y estar contigo mismo y se aprende meditando. Para empezar, nos sentamos en una silla con la espalda recta y las manos apoyadas en las piernas y empezamos a respirar tranquilamente, nos concentramos en nuestra respiración como el aire entra como el aire sale, tenemos que ser consciente de ese momento y así estamos presentes.
Nos enseñaron cuatro ejercicios de meditación, no guiada sin música, meditación guiada escaneando el cuerpo, meditación no guiada contando y meditación no guiada poniéndole nombres a las emociones.
Este tipo de meditaciones hay que practicarlas, solo de esta forma podemos aprender, no me voy a extender porque toda estas y muchas mas están en Internet y el que tenga curiosidad que las escuche y las practique y luego se quede con la que mejor le vaya.
Por favor, practicar, por lo menos tener la curiosidad de buscarlas en Internet y poneros unos días, a ver qué tal. Yo os puedo hablar desde mi experiencia en el yoga y en lo que se refiere a meditación, relajación y estar consiente en nuestra vida es lo mismo y a mí me ha funcionado. Ya cada cual según con su experiencia, de verdad que el tiempo que se le dedica es poco para los resultados tan impresionantes a nivel personal que se consiguen.
No quiero ponerme pesado, todas las recetas no funcionan con todos, somos diferentes y habrá gente que estas técnicas le pongan nervioso y es natural cuando las practicamos con gente y nos hacen preguntas en cada momento, para ver cómo nos sentimos nos agobiamos por eso es mejor practicarlas solos, en un lugar que no nos molesten y estar en lo que estamos, bueno aquí lo dejo, que me enrollo.
Practicar, practicar, practicar…