Salimos desde Cartagena en dirección Alameda de San Antón, Plaza España, puente del barrio de la Concepción y nos metemos por un lateral de la rambla de Benipila, que por cierto la están arreglando, pasamos por la zona del Arsenal que ahora se llama Navantia llegamos hasta el faro de Navidad.


A continuación subimos por el Fuerte de Navidad, una estructura antigua reconstruida como un pequeño castillo, que ahora lo utilizan como entorno para conciertos, subimos un poco, para llegar hasta la batería de Fajardo, de este tipo de baterías se hicieron varias en toda la zona del puerto para protegerlo durante la guerra civil.



Las baterías en el puerto Cartagena estaban para vigilar la entrada de barcos. De la batería de Fajardo fuimos dando la vuelta por el monte de Galeras o Castillo de Galeras y de ahí a la Algameca Chica conocida por el nombre de Alían Sapo, que no sé cómo se escribe, así lo ha escrito el corrector, por una serie televisiva de artes marciales de nuestra infancia, esta es un poblado chabolista con mas de un siglo de antigüedad, en un principio mineros y veraneantes, se ha convertido en un asentamiento perenne.
Y la vuelta por la muralla antigua de Carlos III, restaurada dirección Cartagena.



Dos horas de caminata, 12 kilómetros a un buen paso, mi hermano diría que lentorro pero para mí, bien. Tranquilo y viendo cosas bonitas, paisajes, entornos naturales, acantilados… que hacía tiempo que no veía, me ha servido de experiencia, para darme cuenta que tengo que andar más, que es bonito, hacer rutas donde el paisaje y lo que ves, te gusta, se hace el paseo más entretenido y te abre la mente para ver parajes diferentes, que tenemos tan cerca y a veces tan lejos.


La verdad que cuando mi hermano me dijo de dar un paseo, una mañana de un miércoles de Semana Santa, que había venido a ver a mi madre, como que mi mente dijo que no, pero nada más decírmelo ya me apetecía ponerme a andar. Otro problema era que había dado lluvia y no tenía ni calzado ni ropa adecuada. Mi hermano me dejó una sudadera de la carrera de los 101 de Ronda y claro, ya no andaba volaba, era una sensación de que la camiseta me llevaba y eso que dice el refrán que el hábito no hace al monje, a mí, sí me hizo, por las ganas de andar y de conocer.
Buena experiencia por el puerto y alrededores de Cartagena, con buena compañía y con ganas de repetir experiencia por Cartagena.
Gracias Javi.
Debe estar conectado para enviar un comentario.