Ruralitas

Ruralitas, el nombre me llamo la atención, era una llamada a ser algo, un nombre que no esperaba verlo escrito, me sonaba raro, persona que vive en zona rural, entiendo que es eso lo que significa, pero era más, o así lo expresaba el programa de la dos, de donde proviene ese nombre.

Urbanitas, sí lo había escuchado  pero ruralitas no, me parecía extraño y me costaba hasta pronunciarlo,  las dos eres seguidas, por el motivo que sea se me quedo grabado  en mi inconsciente, necesitaba pronunciarlo y  repetirlo en voz alta, ya que, esa necesidad era para intentar entender que era lo que me atraía de ese programa tan sencillo, personas de pueblo que cuentan como viven y que hacen en su tiempo libre. Es simplemente una vida sencilla, un vivir en un lugar sencillo, en la naturaleza y poco más, ¿Qué necesitamos más? ¿Podría vivir ahora sin internet? Sí, seguramente me costaría, pero claro que sí.

“No es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita”

Un entorno a otra velocidad, sin prisas, sin agobios, con buena gente, con trabajos manuales y sencillos. Que maravilla…

En el programa nos cuentan historias, de personas que viven en zonas rurales, en pueblos de unos cien habitantes, y se centra también, en personas que por los motivos que sean abandonan la ciudad, urbanitas y la cambian por el pueblo, ruralitas, para volver a trabajos olvidados, para encontrarse con ellos mismos, por el hastío de la ciudad o vete tú a saber.

Esa España vaciada, esa España que se muere, es ahora cuando necesitan volver a llenarla a darle vida, es el retorno de los que se fueron, no tienen por qué ser los mismos, cualquiera vale, cualquiera que quiera volver a sentir una vida natural, sin colorantes ni edulcorantes, a respirar, a vivir a otro ritmo, en definitiva a ser feliz, ah, también a convivir con esas personas mayores, que necesitan a esas otras personas más jóvenes para determinados trabajos, darle color al pueblo.

Me están entrando ganas de  irme a vivir  a un  pueblo, yo he sido siempre urbanitas, me encantaba la ciudad, y ahora odio los coches, los mogollones y casi a la gente, me estoy volviendo raro, raro.  Espécimen con tendencias ruralitas.

 Curioso, ese éxodo que se produjo a finales del siglo XX de los pueblos a las ciudades, lo que en un principio, los habitantes rurales debieron abandonar por no tener un trabajo para poder sobrevivir y tener que buscarse la vida. En cambio, los jóvenes no querían quedarse en los pueblos, era como vivir en una época pasado, todo el mundo quería ser moderno y vivir en la ciudad.

Los tiempos cambian, y ahora lo que  “mola” es vivir en un  pueblo, ser de pueblo, tener un pueblo donde ir a despejarte, sentirte rural, ruralita.

Para terminar, que cada uno viva donde quiera, que viva donde se sienta bien, y sea  feliz. El que pueda elegir que elija, y el que por necesidad no puede que aproveche esos tiempos que nos da la vida para ir a donde quiera o pueda.

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